Bueno proseguimos en nuestro paso por la Historia de los detergentes por donde lo dejamos, sobre el siglo XVI.
Vemos que durante el siglo XVI en Europa se empieza a establecer una industria jabonera basadas en gremios y grupos de trabajo, los cuales guardaban celosamente sus secretos de fabricación, siempre basados en grasas animales y vegetales, cenizas de arboles y la incluso de fragancias y aromas. Esto hizo que proliferaran muchos tipos de jabones para aseo y blanqueamiento.
Observamos que en países como Italia, España y Francia se empieza a reemplazar esas grasas por aceite de oliva. También como ya empieza a ser una mercancía que mueve un flujo de dinero considerable, exportando por Europa y la nueva América Colonial.
Ya a finales del siglo XVII, un químico francés, Nicholas Leblanc (1791), patenta el método de fabricación del carbonato sódico, a partir de cloruro sodico. El carbonato sódico es una base formado con cenizas y grasas. El proceso Leblanc produce mucha cantidad y de muy buena calidad.
Esto fue el comienzo de lo que a la postre (20 años más tardes) empezó a ser la ciencia de los jabones, de la mano de otro francés, Michel Eugene Chevreul, empieza el estudio y la relación de grasas, glicoles y ácidos grasos, este estudio establece las bases de grasas y jabones en la química.
También se ha de recalcar la labor de otro químico, en este caso belga, Ernest Solvay (1872), el cual mejoro ya el sistema existente (Leblanc) por el suyo, que podía mezclar sal de amoniaco con dióxido de carbono. Esta nueva idea mejoro cuantitativamente y cualitativamente el proceso de fabricación de los jabones. Esto le hizo amasar una gran fortuna y respetabilidad. Aun se sigue usando su proceso.
La creciente profileración de la industria, los nuevos cambios de métodos de trabajo y la nueva percepción de la higiene hace que el jabón relegue su puesto de un articulo lujoso a ser un de uso cotidiano y aceptado por la mayoría.
En la siguiente entrega continuaremos por 1900.
Hasta aquí la 2º Entrega
Hace 15 años
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